ALGUNOS USOS PECULIARES DE LOS ADVERBIOS EN EL CASTELLANO ANDINO
0. Introducción.- El presente trabajo centra su interés en la descripción de las manifestaciones morfosintácticas características del adverbio en el castellano andino, una variedad de castellano hablada por los niños del distrito de La Mar-Ayacucho, zona predominantemente bilingüe quechua-castellano. De aquí que se reconozca la fuerte influencia de la lengua quechua en estas hablas, lo que conlleva, como resultas, que ciertas construcciones gramaticales o ciertos usos de algunas categorías lexicales de la lengua española adquieran el matiz de peculiares –desde la perspectiva del español estándar, pero probablemente recurrentes en otras variedades del castellano andino. En este contexto, nos limitaremos a describir lo acontecido con el adverbio precisamente
1. Definición.- El adverbio es definido como una categoría lexical invariable que desempeña la función de complemento circunstancial de la oración. Es, básicamente, un modificador del verbo, aunque también lo puede ser del adjetivo o de otro adverbio. Su variedad de significados le permite asumir una amplia gama de circunstancias en que se desarrolla la acción verbal. Funcionalmente, como circunstante es un elemento opcional, un adjunto en la estructura argumentativa del verbo.
2. Ubicación.- De acuerdo con su tipología, el español es una lengua de estructura lingüística Sujeto-Verbo -Objeto, lo que le imprime ciertas características sintácticas comunes de todas las lenguas Verbo-Objeto. Esto es, al circunstante, como elemento opcional en la estructura oracional y modificador por excelencia del verbo, le suele corresponder la ubicación postverbal, situación final de oración, ubicación de extremo derecho, propia de los modificadores de las lenguas con Objeto postverbal (Greeemberg, citado en Escobar (2000: 26)).
En la variedad local que analizamos, el adverbio muestra relativa flexibilidad en cuanto a su ubicación en la oración. Puede aparecer en posición preverbal o postverbal. La preverbal es la más recurrente, la preferida, corroborada empíricamente.
El adverbio en posición preverbal, inicial de oración:
(1) a. A veces nos hace hacer como niños…
b. De allí regresamos, después comemos, después nos cepillamos …
c. Hoy he hecho travesuras.
El adverbio en posición preverbal, después del sujeto:
(2) a. Mi papá Yocolín siempre sube al árbol
b. Yo siempre veo que el perro su huesito esconde debajo de la tierra.
c. Mi abuelita allí está.
El adverbio en posición postverbal, final de oración
(3) a. Hemos ido acá abajo
b. Y te espero en aquí nomás
c. Y nos hemos escapado corriendo hasta aquí, en este parque.
3. La locución adverbial “no más”.- Esta fórmula locutiva, de escaso uso en el español estándar, es utilizada en ubicación pospuesta a la palabra o palabras que modifica, en el sentido de ‘nada más’, ‘solamente’: tiene veinte soles no más.
En la variedad de español que analizamos, encontramos que su empleo con los valores semánticos referidos se halla muy difundido. Así, tenemos por ejemplo:
(4) a. Me dijo: “Ya pe’, anda media horita no más”, y luego él se había ido.
b. En la selva no más voy.
c. Cuando estás enfermo, haces hervir agua, con sus hojitas no más, tomas y te
sanas.
Registramos también usos en que esta forma locutiva es utilizada para enfatizar los matices expresivos de los verbos y adverbios.
(5) a. Así botan no más y después con rastrillo hacen (la siembra de la alfalfa).
b. Así no más, le ponen no más y le tapas y después crece (el sembrío).
c. El zorro atrás no más todavía iba.
4. Y después, y luego.- Los adverbios “después” y “luego”, tenidos como temporales o espaciales en el español estándar, asumen el valor de matizadores o reforzadores del nexo coordinante copulativo “y” en la variedad de español que analizamos.
(6) a. El señor vinió y después le han cortado su barriga.
b. Y después mi mamá y mi papá van a trabajar.
c. Y después mi familia, también mi mamá y mi abuelita se fueron al cementerio.
d. Y luego de eso hay una luz.
Su empleo suele ser reiterativo en las versiones narrativas.
(7) a. Un patito feo ha nacido y después un patito feo había nacido y después ¡tú no eres mi hermano, vete!– lo ha dicho.
b. Y después le dijo (el lobo) ¿Adónde estás yendo? –Onde mi agüelita. Y el lobo se lo comió y después un señor vinió y después lo cortó.
c. Estaban saltando y luego Dumbo se cae y luego de esa casa se va, y luego el chico se va solito… y luego se despiden.
5. Y de allí.- La construcción adverbial “de allí”, (conformada por el adverbio locativo allí precedido de la preposición de), con valor semántico de temporal, ubicada después de la conjunción “y” actúa también como reforzador del nexo copulativo. Su empleo reiterado dentro de una misma construcción oracional –aun en los casos donde normativamente corresponde solo una pausa fonológica de carácter enumerativo– conservando los valores semánticos de adición, o suma de situaciones, correspondiente al nexo copulativo “y”, y de temporalidad similar a los de “luego” y “después”, correspondientes al adverbio “allí”, le da un matiz sintáctico peculiar a la construcción.
(8) a. Y de allí, el señor lo había botado sus cáscaras.
b. El burro le dice: “Eres muy mensa” …y de allí tiene sus borreguitos.
c. A mi perrito le ha corneado un toro, le ha hecho un hueco, y de allí le han llevado al hospital, de allí ya lo han curado, y de allí ya lo han traído a su casa.
6. En allí.- El adverbio locativo “allí” suele aparecer precedido de la preposición “en” asumiendo formalmente la estructura de una locución adverbial locativa.
(9) a. Pero en allí dicen vivía Papacho Diosito.
b. Y mi mamá se había asustado cuando mi papá estaba durmiendo en allí.
c. En el cielo dicen que había nevado, entonces en allí hacían fiesta.
7. En acá y en aquí.- En el español general, los adverbios locativos “acá” y “aquí” son utilizados independientemente; o en todo caso, normativamente, pueden ir precedidos de las preposiciones que implican movimiento o aproximación : de aquí, desde aquí, hacia aquí, hasta aquí, por aquí (Seco, 2003:47).
En la variedad de español local que analizamos, los referidos adverbios no suelen aparecer solos sino, predominantemente, como término de la preposición “en” –construcción ajena a la establecida por la normativa española– con la cual suelen formar una locución adverbial locativa muy singular, reñida con el estándar.
(10) a. Ya ahorita me devuelves y te espero en aquí no más.
b. Ésta (la llamita) está pasando viendo para aquí.
c. Yo me voy a quedarme en acá, amigo sapo– le había dicho.
En términos de lo señalado en la introducción de este trabajo con relación al español andino, consideramos que este tipo de construcción con los adverbios locativos referidos patentiza fielmente el fenómeno de transferencia, propio de las lenguas en situación de contacto, mediante el cual el español andino incorpora a su modalidad determinadas características estructurales procedentes de la lengua quechua (Escobar, 2000).
Así, de acuerdo con Lara ( 2007:302), los pronombres demostrativos del quechua kay, chay y wak (equivalentes a los demostrativos del español este, ese y aquel respectivamente):
Kaymi allin qari ‘este es un buen hombre’
Chaymi piña allqo ‘Ese es un perro bravo’
Wakmi wawqey ‘Aquel es mi hermano’
pueden devenir en los adverbios locativos cuando se les añade el sufijo casual –pi, que puede traducirse por ‘en’. Véase también Soto(1993).
Kay + pi = kaypi ‘aquí’ literalmente ‘en aquí’
Chay + pi = chaypi ‘allí’ literalmente ‘en allí’
Wak + pi = wakpi ‘allá’ literalmente ‘en allá’
La traducción literal ‘en aquí’, en ‘allí’, ‘en allá’ de los locativos quechuas se corresponde exactamente con las locuciones locativas del castellano andino descritas.
Por otro lado, en el español general, los adverbios aquí y acá denotan, semánticamente, ámbitos espaciales con matices locativos diferenciados. Así, la forma adverbial “acá” significa “un lugar cercano a la persona que habla, en el sitio donde estoy yo” (Seco, 2002:10); la forma “aquí”, de valor más restringido significa “en este lugar, en el lugar en que estoy”(Seco, 2002:47). Los dos adverbios designan, situativamente, el espacio puntual o cercano a la persona que habla. “Ven aquí significa ‘ven a este punto donde yo estoy, ven a mi lado’ en cambio, ven acá significa ‘ven a esta parte, aproxímate’ ”(Seco,2002:48).
En la variedad local que analizamos, los valores, establecidos para la diferenciación semántica de los adverbios “aquí” y “acá” parecen haberse neutralizado, pues ambas formas adverbiales suelen ser utilizadas alternativa e indistintamente:
(11) a. Hoy he hecho travesuras y después mi mamá me tiró chicote en acá.
b. En aquicito no más, allá en mi casa (está mi papá).
8. Conclusión. Como se puede apreciar, finalmente, algunas de las construcciones adverbiales de formas y usos muy peculiares correspondientes a esta variedad de castellano andino no hacen más que aportar evidencias que permiten identificarlas, ineludiblemente, como provenientes de la lengua quechua por el reconocido proceso de transferencia lingüística.
BILIOGRAFIA
CERRON-PALOMINO, Rodolfo 2003. Castellano andino. Aspectos sociolingüísticos, pedagógicos y gramaticales. Lima, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú.
Escobar Anna María 2000. Contacto social y lingüístico. El español en contacto con el quechua en el Perú. Lima, Fondo Editorial Pontificia Universidad católica del Perú.
LARA IRALA, Edilberto 2007. Manual de quechua. Enseñanza aprendizaje. Lima, Lluvia Editores.
SECO, Manuel de la RAE 2002. Diccionario de dudas y dificultades. Madrid, Espasa Calpe.
SOTO RUIZ, Clodoaldo 1993. Quechua. Manual de enseñanza. Lima, IEP Ediciones
Agosto, 2009
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(*) Licenciado en Lingüística por la UNMSM. Magíster y Doctor en Educación. Docente del Departamento Académico de Lingüística y en el postgrado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM. Ha publicado Gramática descriptiva, Morfosintaxis de la oración compuesta, Morfosintaxis del castellano. Miembro investigador del Instituto de Investigación de Lingüística Aplicada (CILA)
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