"NADA QUE DECLARAR"...CRÓNICAS DE TOÑO ANGULO

Altamente recomendable

I. Dios es mi arquitecto

La crónica relata el modo en que Justo Gallego, un hombre con vocación sacerdotal frustrada pero de carácter fuerte e inquieto temperamento, ha emprendido la construcción de una gran Catedral con material reciclable como una forma de demostrar su amor a Dios. Se trata de una construcción en un amplio terreno dejado como herencia, pero en la que Gallego esta invirtiendo no solo dinero y energías, sino también (y aparentemente), mas tiempo del necesario (40 años); mereciéndose con ello, involuntariamente, la atención del numeroso publico que lo rodea. Gallegos es ahora un octogenario que mantiene una postura por momentos intransigente cuando se trata de aceptar “insuficientes” donativos o suspicaz y arisca al relacionarse con los medios de comunicación, los cuales le ofrecen la difusión de su singular proyecto a cambio de oportunas y mediáticas entrevistas.

II. El Niño de los Milagros

Relata de manera zigzageante (con saltos en el tiempo) la historia de la tradicional pero controvertida veneración al Niño Mario, Niño Compadrito o almita de San Blas en el Cuzco. Se trataría, en apariencia para algunos, de una simple calavera de niño con algunas ropas y adornos a quien el imaginario popular le ha otorgado poderes sobrenaturales propios de un santo; es mas, la veneración parece tomar, por momentos, visos de autentica adoración. Toño Angulo recoge varios testimonios y referencias periodísticas para contarnos el origen y los milagros de este “santo”, que pareciera no soportar las burlas a su apariencia y no tener bandera cuando de atender fervorosos pedidos se trata, ya sean buenos o de los otros, generalmente con tintes que evocan la ley del Talion.


III. ¿Qué tú dices de La Habana?

A través de esta crónica Toño Angulo, valiéndose de curiosos testimonios particulares, presenta interesantes paralelos socio-culturales entre Cuba y Perú, reproduciendo en diferentes páginas la mayoría de los elementos dialectales de la isla centroamericana. La crónica ve enriquecida su descripción con certeras comparaciones y vivas metáforas.

IV. Lima esta servida

Valiéndose de un recorrido por las calles y avenidas de La ciudad de los Reyes, el cronista describe la oferta gastronómica de la capital peruana y desliza su aguda pluma por lugares y rincones aparentemente conocidos pero que terminan siendo mágicamente redescubiertos (provocando así el apetito de los lectores mientras los ilustra sobre el origen y denominación de ciertos platos típicos).


V. Baila contigo

Compartiendo el recorrido por ciertas discotecas modernas como el Moog y el Razzmatazz de Barcelona, y acompañado de anfitriones conocedores de música y costumbres nocturnas de esta emblemática ciudad española, Angulo nos brinda una simpática reseña sobre la música disco y su evolución hacia la música electrónica de baile (o dance), la misma que ofrece experiencias sensoriales dignas de formar parte de este conjunto de crónicas.

VI. El desierto enseña quitando

Por su alto contenido humano y reflexivo, esta es una de las mejores crónicas del libro. Toño Angulo es amablemente acogido por una familia que habita en uno de los parajes del Sahara. Se trata de una conmovedora descripción de cómo las difíciles condiciones materiales de vida lleva a algunos seres humanos a adoptar una actitud de desprendimiento y estoicismo patriótico.

VII. De Cantón al Chicharrón

Entretenida crónica a través de la cual Angulo nos regala una sabrosa explicación de cómo se dio el aporte de la cultura china en la comida peruana desde principios del siglo XX hasta la actualidad, permitiéndonos conocer parte de la idiosincrasia del pueblo chalaco y sus preferencias gastronómicas.

VIII. El infalible método para dormir del Dr. Sueño

Toño Angulo nos ofrece, en esta última crónica, la historia de cómo una propuesta para conciliar el sueño a cargo del neurólogo Eduard Estivil puede ser tan poderosa como el sueño mismo si el paciente, y quienes lo rodean, se lo proponen. Se basa en una especial disciplina que vale la pena revisar y comentar entre despiertos lectores.

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